domingo, 30 de septiembre de 2012

ARTURO PÉREZ-REVERTE. EL VALOR DE LA LITERATURA. ABC.



Y oigan. Me importa un pimiento frito que estudios de perspectiva diversa, incluido feminismo radical, etiqueten a James Bond como sexista, snob, asesino, sádico y vulgar. La literatura, buena, mediocre o mala, profunda, de entretenimiento, o la que combina sin complejos todos los niveles posibles, no tiene obligación moral alguna: cuenta mundos, narra miradas, registra recorridos en los diferentes estratos y situaciones que la vida, y los libros que la exploran, despliegan ante los del lector. Y estoy convencido de que, en ese territorio sin reglas ni cánones absolutos, tan útil o interesante puede ser una conversación entre Hans Castorp y Settembrini en La Montaña mágica como los silencios del capitán MacWhirr en Tifón, la muerte de Porthos en el Bragelonne o la tortura de que es objeto Bond, desnudo y atado a una silla, en Casino Royale...


REFLEXIÓN

La literatura, esa bella disciplina que embellece con la palabra escrita el mundo del ser humano (tránsito hacia la muerte, no se olviden los más optimistas), encuentra en Pérez-Reverte un representante de altísimo nivel en lengua española. En sus artículos me gusta su rabiosa libertad. Cuando lo lees te hace sentir que los espíritus libres aún anidan en nuestra vida pública en general, e intelectual en particular. Carga contra todo dios viviente. Es un francotirador de fina pluma. ¡Larga vida, Arturo!

NOTAS

  1. PÉREZ-REVERTE, ARTURO: "Mezclado, no agitado", ABC (Madrid), 30.9.2012.


No hay comentarios:

Publicar un comentario