miércoles, 9 de enero de 2013

[dietario]. [nacionalismo canario en Cuba/PNC fundado en La Habana en 1924/josé cabrera díaz/francisco ramos león/josé mariano rodríguez cabrera]. [valentín-h. medina rodríguez].





PARTIDO NACIONALISTA CANARIO DE CUBA [1924]: LAS DOS CIRCULARES DE SU FUNDACIÓN




Archivo:José Cabrera Díaz.jpg

José Cabrera Díaz. Foto de 1939. Año en que fallece.








Bandera del Partido Nacionalista Canario de Cuba (PNCC). Azul con siete estrellas blancas colocadas [aproximadamente] en la posición que ocupan las islas geográficamente. Fue exhibida por vez primera en el Ateneo de La Laguna [1907].





INTRODUCCIÓN


La América Central (Cuba) y del Sur (Venezuela) fueron las regiones que acogieron los primeros movimientos nacionalistas-independentistas de nuestra historia. En ambos lugares y en años diferentes, los dos intentos de construcción de un proyecto nacional canario en América coinciden con dos momentos cruciales en la historia de España y del mundo. Esto es, la redistribución de los grandes ejes del poder colonial, con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y, en segundo lugar, la asunción por España de un parco protagonismo en el Norte de África que queda sellado por la sangre de varios miles de soldados, factor común tanto a Cuba como a Marruecos, al fin y al cabo la sangre de los quintos sin seguro para no ir a la guerra resultaba gratis [Manuel de Paz-Sánchez 2007:169].


Que yo sepa, la primera persona que publicó una de estas circulares, pero en su caso exclusivamente la número 1 y solo algunos párrafos, fue la Dra. María Teresa Noreña Salto (1980:219). A mí [en colaboración con la Dra. Inmaculada Martínez y Gálvez] correspondió años más tarde la edición completa de ambas misivas (1991:93-96). En la reproducción textual de las mismas, en concreto la que hace referencia a la circular número 1, existen discrepancias entre los textos que se publicaron en 1980 y en 1991, respectivamente. Para solventar tal cuestión, hemos incluido las dos interpretaciones en negrita separadas por una barra, y referidas estas a ciertos vocablos. Por otro lado, soy partidario de la actualización de la grafía para una mejor comprensión de los escritos en cuestión. El público lector canario y de otras latitudes merecen conocer estos dos documentos fundadores del partidismo independentista isleño.



TEXTO I

PARTIDO NACIONALISTA CANARIO
ASAMBLEA GENERAL
CUBA
Habana, Febrero 10 de 1924
CIRCULAR Nº 1
Sr............................................................
Estimado compatriota:
El treinta de Enero último quedó constituido en La Habana el PARTIDO NACIONALISTA CANARIO. El acuerdo de constitución fue suscrito por significados elementos de la Colonia Canaria en Cuba y la decisión fue adoptada con sincera y profunda simpatía, con generosos entusiasmos, puestos la mente y el corazón en la libertad y el bienestar del Archipiélago.

Persigue el PARTIDO NACIONALISTA CANARIO, como finalidad esencial/esencialísima, la Independencia de Canarias; reconoce como lícitos y patrióticos todos los medios que hagan posible la realización del ideal liberador; admite en su seno a todos los seres de buena voluntad que quieran auxiliarnos, sin distinción de sexo, convicción partidista/partidarista ni creencia religiosa, y declara que el caciquismo, regulador de la política en Canarias, y el analfabetismo, baldón que nos coloca por debajo de Turquía en las estadísticas de la cultura, siendo los frutos únicos de la soberanía española sobre las islas, son al propio tiempo los puntales en que descansa esa soberanía; por lo que considera deber inaplazable combatir el primero y eliminar el segundo por medio de una intensa, enérgica y ardorosa campaña.

No es posible poner en duda, menos aún quienes tengan vivo y vigilante el sentimiento del patriotismo, que Canarias, por su ventajosísima situación geográfica, por las excelencias inigualables de su clima, por la fertilidad inagotable y la belleza sugestiva de su suelo, por la infinita variedad de sus recursos naturales y por las nobles cualidades de sus hijos, deben ocupar una excepcional posición en el concierto de los pueblos libres.

Poseen las Islas una personalidad física perfectamente definida y una personalidad etnográfica y moral de rasgos firmemente inconfundibles. En el orden económico, nos sobran elementos para la vida propia e independiente. Nuestras Islas pueden volver a ser el codiciado Jardín de las Hespérides. El Ideal separatista arranca de tan legítimos derechos, por consiguiente, y se inspira en tan puras auras de patriotismo, que únicamente podrían rechazarlo, sin discutirlo, sin aquilatarlo, aquellos que prefieren vegetar en la servidumbre a vivir la existencia plena y altiva de la dignidad y el honor.

En el Archipiélago Canario se carece de vías de cómoda y fácil comunicación. No hay carreteras merecedoras de este nombre. No tiene líneas férreas, ni puertos. El problema de la enseñanza pública constituye una vergüenza del régimen metropolitano. Todo nuestro poderoso tráfico marítimo se reduce a operaciones de un orden demasiado materialista. Son las islas, según la frase acerba de Unamuno, un mesón instalado en el camino de los mares y en donde las corrientes migratorias se detienen para menesteres íntimos y vulgares.

Se han ido perdiendo lentamente las prerrogativas que caracterizaban nuestros/nuestro status jurídico y económico. Y ahora, muy recientemente, para remate de esa labor liberticida, las franquicias aduaneras, a cuya sombra nuestro comercio y nuestra industria han florecido, reciben de manos del Directorio Militar español un golpe de muerte.

No son, pues, infundadas nuestras quejas y censuras, ni loco nuestro empeño, ni utópico nuestro ideal. Se fortalece este, antes bien, en nuestras almas, cuando se medita en el espectáculo que ofrece la patria. Las fuentes de riqueza del país se desenvuelven en contra y a pesar de la resistencia del ambiente español y del abandono de los gobiernos. Legiones de compatriotas abandonan aquel suelo para buscar en América los medios de subsistencia que el colonizador/coloniaje español no ha sabido facilitar en una tierra fecunda. Y la juventud, que podría en impulsos de rebelde indignación proclamar y defender nuestros derechos y nuestras prerrogativas y nuestras libertades e imitar el ejemplo de Cataluña y las Vascongadas, atendidas cuidadosa y constantemente por los poderes centrales merced a una campaña de airada e inextinguible protesta nacionalista, no vive, sino muere en la mezquina agitación de pequeños intereses locales, uncida al carro de la dominación, esclava de prejuicios, fija la mirada en el plato presente, sin conocimiento del pasado ni preocupación del porvenir.

Sabemos que no todas las voluntades se sumarán a esta generosa cruzada. En torno de la bandera de las siete estrellas que proclamará la libre nacionalidad canaria y que algún día tremolaremos jubilosa sobre las altas crestas de nuestras montañas, serán pocos los que con entera decisión se congreguen; pero esos pocos poseerán la firmeza, la constancia y la fe necesarias para no sentirse abatidos ni cansados en la dura jornada que vamos a recorrer.

Nadie puede predecir las contingencias ni las posibilidades que el futuro nos reserva. Coincide este despertar de la conciencia canaria con el movimiento de concentración de las nacionalidades irredentas de África. Ya se habla de Panafricanismo, que haga surgir del continente esclavo un conjunto de libres nacionalidades, como se hablaba en los albores del siglo XIX de Panamericanismo que originó las insurrecciones de las colonias ultramarinas y la definitiva separación de la metrópoli europea.

Si cuando hace algo más de veinte años se publicaba el periódico separatista "El Guanche", en Caracas, República de Venezuela, aquellos precursores hubiesen organizado el movimiento, hoy representaríamos una fuerza incontrastable y temible y otra muy distinta sería la suerte del Archipiélago. La guerra europea nos hubiera encontrado listos para el ejercicio del gobierno propio; y quizá estaríamos formando hoy en el conjunto de las pequeñas nacionalidades producidas por la conflagración universal. Sabemos, sí, de manera positiva, que hay una crisis hondísima que está demandando soluciones. Una reacción profunda conmueve los cimientos del Derecho tradicional. Nuevas, novísimas concepciones rigen el principio de justicia internacional. Una inquietud creciente mueve las almas hacia adelante. Sepultarnos en las cunetas del camino para contentarnos con presenciar el desfile glorioso de los legionarios de la Libertad, cuando pudiéramos agregarnos a la marcha triunfal, equivale al suicidio, a un suicidio miserable y vergonzoso. Nuestros heroicos antepasados, aquellos que solo por la falsía y la traición pudieron ser conquistados y que prefirieron morir antes que ser vencidos, nos maldecirán desde sus tumbas; y esta maldición la repetirán nuestros hijos, a quienes preferimos ver esclavos que dignos y libres ciudadanos de una nación independiente.

Reclamamos de Vd. su ayuda, su cooperación. Nada compromete ni arriesga Vd. figurando en nuestras filas. Su adhesión, su voz de aliento serán eficaces factores de triunfo en nuestra gigantesca labor. Queremos, sin embargo, conocer también sus objeciones, si las tuviese, debatirlas fraternalmente, aclarar sus dudas, fortalecer sus vacilaciones, desvanecer sus temores, avivar su fe, infundirle confianza en el porvenir.

Vd. hallará adjunto un cuestionario. Le rogamos conteste con sinceridad a sus preguntas que este cuestionario contiene. Y si el Ideal separatista le parece a Vd. irrealizable, un sueño de visionarios o un intento perjudicial, injusto e infundado, no nos niegue, sin embargo, sus consejos, sus advertencias, hasta sus censuras. Queremos, únicamente, que no deje de contestar, cualquiera que sea su criterio, en la confianza de que no compartiendo Vd. nuestras aspiraciones libertadoras, podremos contar con su auxilio material para la publicación de una revista canaria y para el sostenimiento del Ateneo, porque ambas iniciativas serán el exponente más alto de la cultura y las virtudes de la Colonia Canaria de Cuba.

Somos de Vd. afectuosamente.
Por la Independencia de Canarias:

El Secretario,
Francisco Ramos León

El Presidente,
J. Cabrera Díaz

El Tesorero,
J. Mariano Rodríguez Cabrera.



TEXTO II

PARTIDO NACIONALISTA CANARIO
ASAMBLEA GENERAL
CUBA
Habana, Febrero 10 de 1924
CIRCULAR Nº 2
Sr............................................................
Estimado compatriota:
EL PARTIDO NACIONALISTA CANARIO no podría realizar su trabajo sin una completa y exacta documentación relativa a las Islas, a su historia, su riqueza, su movimiento cultural, su desarrollo económico...Una biblioteca netamente canaria constituye una necesidad imprescindible, sobre todo para la labor de propaganda de la revista que nos proponemos publicar.

Acudimos a Vd., por lo tanto, con el ruego muy encarecido de que nos remita con urgencia, sin pérdida de tiempo, para la aludida Biblioteca, algún libro ya sea de autores canarios o bien sobre Canarias de autores extranjeros, cualesquiera que sean su época, sus tendencias y su difusión. 

Si es Ud. buen canario no dejará de atender este ruego. Envíe Vd. lo que tenga y pueda ofrecernos, pues todo tendrá interés e importancia desde algún punto de vista de nuestra campaña. No le dé temor la clase y condición del libro, ni su estado de conservación. Todo será aceptado con alegría y gratitud. El que de esta forma nos sirve, sirve a la causa canaria.

Igualmente pueden sernos de utilidad preciosísima periódicos, documentos, manuscritos, estadísticas, referencias, grabados o cualesquiera otros objetos en relación con el Archipiélago.

En nuestra revista serán publicados los donantes y en la propia Biblioteca inscribiremos sus nombres.

Por la Independencia de Canarias:

El Presidente,
J. Cabrera Díaz.

Diríjanse estas donaciones a J. Cabrera Díaz, 3ª y F. Vedado.


NOTAS


  1. MEDINA RODRÍGUEZ, Valentín/MARTÍNEZ GÁLVEZ, Inmaculada: Emigración canaria del siglo XX: algunos apuntes para su estudio, Colección "Tasufra", núm.3, Tenerife: Editorial Benchomo, 1991.
  2. NOREÑA SALTO, María Teresa: "Tema IX: Canarias de 1808 a 1936. Transformaciones sociales y realidad política", AA.VV.: Canarias, Madrid: Ediciones Anaya, S.A., 1980, 201-220.
  3. PAZ-SÁNCHEZ, Manuel de: "Identidades lejanas. El proyecto nacional canario en América [1895-1933], Tzintzun [Revista de Estudios Hiistóricos], 46 [julio-diciembre 2007], 167-214.









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