En La Laguna de mis estudiantiles años, entrada la madrugada, y de vuelta de diversiones diversas, en ocasiones, al pasar por el viejo campus universitario, veía al Dr. González Vicén trabajando en su despacho con su pequeña luz de mesa encendida. Ya sabía que era un sabio de la Filosofía del Derecho en España. Pero retirado de la docencia al haber cumplido los 70 años de rigor.
Ahora, su imagen nocturna y la esencia vital de aquel período, acuden a mi memoria. Las Palmas de Gran Canaria no es más que San Cristóbal de La Laguna en estos momentos. Y me brinda un cielo luminoso: un azul que lo inunda todo. Como el verano lagunero. El hallazgo, de nuevo, de tiempos pasados: verdaderos, aún, a pesar del calendario.
El pasado es pasado mientras que es presente, dijo Juan Ramón Jiménez.
