En el fondo estoy de acuerdo con los <<novísimos>> en que no arreglaremos el mundo; claro que ellos, menos. Me importa un pito la eficacia de un arte (miel sobre hojuelas si resultara útil). Lo que importa es nuestro inalienable deber de ser veraces. Nunca se ha valorado la poesía erótica por el número de impotentes que consiga curar, ni la mística por su eficacia proselitista. ¿Por qué se le reprocha a la poesía crítica o social sus resultados más o menos negativos sobre la realidad? La poesía y la realidad son dos cosas distintas, pero que se mueven en el mismo plano, de eso no hay duda. Lo testifican tantos poetas encarcelados en todos los países del mundo. ¿La poesía no modifica la realidad, como pensó Brecht? Acaso no, pero fricciona, choca: alguna huella dejará.
FUENTE: LEZCANO, Pedro: "(De Las Palmas a Madrid), 20 diciembre 1971", en LEZCANO, Ricardo: Cartas a Ricardo de su hermano Pedro (1940 a 2002). Una autobiografía involuntaria, Las Palmas de Gran Canaria: Anroart Ediciones, S.L., 2006, p.307.
NOTA: Un hermoso libro este. Gran acierto de mi amigo Jorge en publicarlo. No sé cuál habrá sido su real difusión. Espero que importante.
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