domingo, 12 de abril de 2015

[dietario]. [leopoldo maría panero]. [valentín-h.medina rodríguez].

















El mear en los parterres, el dormir en los bancos públicos, el enorme peso que arrostraba producto de lo vivido y de la locura...; esa sordidez cotidiana que ya dejaba indiferente a todo el mundo, por último. Iconoclasta y rebelde desde siempre; habitante solitario del manicomio y de la ciudad. Dicen que fuiste un activo homosexual en el Madrid de la Movida. Que E.H.I., también lo dicen, fue tu gran amor. El hijo del periodista que tornó en ejemplo de sectarismo "rojo". (¿Quién se acuerda ya de él?). Pero de ti conmemorarán las futuras generaciones versos y versos, estoy seguro; porque tu palabra está llena de fulgores y vuelos de cultura,  y es natural trasluz de tu existencia sin secretos. La obra acabada con talento es lo único que nos sobrevivirá en la común memoria, creciendo siempre bajo la tierra y en la hora de la noche donde se confunden las almas. Tras la muerte del padre, la tuya: <<Solos tú y yo, e irremediablemente/unidos por la muerte: torturados aún por/fantasmas que dejamos con torpeza/arañarnos el cuerpo y luchar por los despojos/del sudario, pero ambos muertos, y seguros/de nuestra muerte...>>.
































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