Clarín
...Fue durante esta estancia [en Yaddo, próximo a Saratoga Springs, en la zona septentrional de Nueva York] que Cheever se enteró de la muerte de su amigo e.e.cummings: "No soy alguien especialmente piadoso o beato, pero estoy convencido de que él era un ángel", le escribió a la viuda del poeta.
CHEEVER, John: Diarios, Barcelona: Emecé Editores, 2006, p.204 [nota 13].
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