Lo que nos queda
Y el tiempo para distribuirlo.
Tarde o temprano
Seremos casi olvido.
Si nos recuerdan
Que sea por haber huido del temblor del pudor
Por haber dicho cosas sin importarnos el qué dirán
Porque las mayores palabras que pronunciamos tuvieron que ver con la amistad, el amor, la [verdad...
Porque jamás olvidamos decir te quiero a quien quisimos decírselo
Porque nunca concebimos el silencio como una postura de complicidad con lo miserable.
Porque también abrimos nuestra alma, expectante, a la vida que estaba alrededor
Y nunca dimos ninguna guerra por perdida, hasta que la perdimos.
Si nos recuerdan
Cuando nos hayamos ido del todo
Será porque hicimos todas estas cosas verdaderamente auténticas.
!["ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU Y EL PAPEL DEL HISTORIADOR
<<...el papel del historiador debe centrarse en la explicación, más que en el elogio, la condena y la justificación. En efecto, lo que no es la historia [sic] es una película de buenos y malos; y, en consecuencia, el historiador tampoco tiene por qué ser el juez de una película del oeste americano.>>
FUENTE: Prólogo de Antonio Béthencourt Massieu [Madrid-Las Palmas, julio de 1981], en HERNÁNDEZ GARCÍA, Julio: <<La Emigración de las Islas Canarias en el siglo XIX>>, Premio "Viera y Clavijo", 1977, Las Palmas de Gran Canaria: Ediciones del Excelentísimo Cabildo Insular de Gran Canaria/Comisión de Educación y Cultura, 1981.
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