
Llevo los maletines cargados de años de vida. Esta se ha convertido, en el fondo, solo en un ensayo particular: el mío. (¿Y no es así en todos los casos?). Ella, la vida, ha sido una gran ola que me ha ido arrastrando a la orilla, para respirar un poco, o trasladando al interior del mar: allí donde no puedes especular, donde habita la casa del silencio y de los hechos consumados. La nostalgia es únicamente un resplandor que te ata a un tiempo pasado, lo sé, pero cuesta llevar a cabo cualquier pacto con el futuro. El miedo del cobarde recorre todo mi cuerpo, lo puedo ver a través del espejo del que teme fracasar. Seguiré siendo el aprendiz de mí mismo, por el momento. Quiero ver cuándo escampa para salir de la madriguera.
(VMR)
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