jueves, 1 de noviembre de 2018

[dietario]. ["PARTICULARIDADES DE LA REVISTA 'CANARIAS EN CUBA' (1946). ACERCAMIENTO"]. [valentín-h. medina rodríguez].






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ALGUNOS COMENTARIOS (Y APORTACIONES PROPIAS) A PROPÓSITO DEL ARTÍCULO  "PARTICULARIDADES DE LA REVISTA CANARIAS EN CUBA (1946). ACERCAMIENTO".



Traigo a esta página el esclarecedor artículo de los historiadores Jaime García García y Jaime Alberto García González. Lleva por título: <<Particularidades de la revista Canarias en Cuba (1946). Acercamiento>>. Se debe su publicación al periódico El Día (sábado, 8 de septiembre de 2018) en su ya legendaria y espléndida sección "La Prensa" (pp. 1-3). Una revista ilustrada, editada en La Habana, y de primera clase tanto literaria como gráfica y fotográfica; y que contó con corresponsales en las islas y en la próspera ciudad de Cienfuegos (situada en la región central y perteneciente en esos momentos a la provincia de Santa Clara). En esta última recayó la corresponsalía en Saturnino Tejera García.

No excluyo, de esta concisa recensión, aportaciones propias que vienen al caso.

Esta publicación tuvo una periodicidad mensual durante los seis primeros ejemplares (no así los números 7-8 y 9-10, que vieron la luz en los meses de julio-agosto y setiembre-octubre, respectivamente), y se constituyó en el "órgano oficial de la Asociación Canaria", cuyo comité ejecutivo supervisó su buena marcha. Como la mayoría de la prensa canaria de la emigración, su alcance en el tiempo fue corto (10 ediciones). Surge por vez primera el 28 de enero de 1946 (número 1), "finalizando su edición en octubre de este año". Hasta el momento presente sabemos que "constituyó la última de las impresiones periodísticas que la intelectualidad canaria [y cubana, sin excluir las aportaciones de intelectuales del exterior de la Isla] publicó antes de la revolución castrista y mantuvo posiciones antifranquistas y distantes del regionalismo canario". Un regionalismo que ya impulsó la revista Canarias (1926), y que había ido más allá con el impulso de ideas nacionalistas al calor de publicaciones como El Guanche (1924-1925), Patria Isleña (1926-1927) y Tierra Canaria (1930-1931). 


En este contexto, Cuba conoció el mandato de Grau San Martín (1944-1948). Una etapa que se singularizó por la utilización abusiva del decreto como forma de legislar, hasta tal punto de que, solo en 1946, se dictaron más de 3.000 decretos, mientras el Congreso aprobó únicamente 20 leyes. Por su parte, coincidió en Canarias con el final, en febrero de 1946, del Mando Económico; que se había implantado  el 5 de agosto de 1941 con la finalidad de garantizar la autarquía económica (la idea era que las islas se abasteciesen a sí mismas, con sus propios recursos, en una situación de aislamiento internacional de la España franquista) y una política de signo autoritario, todo bajo el control del ejército y la figura máxima del capital general de Canarias Francisco García-Escámez Iniesta (1893-1951). También el año 1946 coincidió con el rechazo por parte  de la ONU (9 de febrero) de la incorporación de nuestro país a dicho organismo. 

Desde un principio, el director-administrador  de Canarias en Cuba fue el médico gomero Feliciano Jerez Veguero (San Sebastián de La Gomera, 5.2.1903). Llegó a la Gran Antilla en 1939 (en concreto a Santiago de Cuba, en el mes de abril), detenido por el castrismo "permaneció siete años en La Cabaña", regresó definitivamente a Tenerife en 1966 donde no dejó de ejercer como médico desde 1971 hasta su jubilación. Falleció en Santa Cruz de Tenerife en 1980: el día 8 de noviembre. A su persona dedican los autores una acertada biografía que ocupa la cuarta parte del trabajo, en la que se aprecia su periplo vital orotavense, su fugaz paso por Villa Cisneros y Senegal, la estancia en la España peninsular, el exilio francés y su llegada a Cuba. Completaba su equipo dirigente el Dr. Andrés Fernández Bethencourt (secretario contador) y Feliciano Padrón Cruz (en la categoría de ayudante de dirección, cargo que al parecer solo ejerció en el número 6). 

Los autores, a la luz de los números 1 y 6, exponen toda una serie de datos del máximo interés. Ordenados estos en una introducción general, en la concreción de los "elementos de la estructura de la publicación", "el papel de Feliciano Jerez Veguero", para acabar con unas "conclusiones". Por esta inteligente forma de presentación pasean: los cargos y los nombres del comité ejecutivo de la Asociación Canaria; autores de la categoría de María Zambrano, Antonio Fleitas [Santana], Tomás Morales, Genaro/Jenaro Artiles, Miguel de Unamuno, Tomás Felipe Camacho, [Ángel] Valbuena Prat, Alonso Quesada [Rafael Romero Quesada], Luis Doreste, María Rosa Alonso, [José] Pereza de Ayala y [Elías] Serra Ráfols; las secciones "Notas sociales de la Institución", "Correo de Libros" y "Notas de Dolor"; y, finalmente, todo lo relacionado con la Asociación Canaria en su ámbito sanitario: las actividades de la Casa de Salud "Nuestra Señora de la Candelaria" (aquí denominada "Quinta Canaria") y de su "Consultorio Social".

Una extensa bibliografía corona esta aportación. Subdividida, a su vez, en "obras de carácter general", "artículos en revistas y capítulos de libros", "formato electrónico" y "ponencias en congresos".

En fin, "la revista Canarias en Cuba fue un claro puente de unión entre la isla caribeña y el archipiélago canario [pero también entre canarios y cubanos en la isla], para que los isleños de aquí sintiesen que su entramado cultural y su historia no se olvidaban a pesar de la distancia. El doctor Jerez Veguero, a la cabeza de esa misión, se rodeó de personajes que consolidaron el ideario de la publicación, junto a plumas de reconocida valía que proporcionaron a la revista una gran calidad literaria, a pesar de su corta vida".






















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