En la conmemoración de la primera República, se leyó este soneto de Estévanez
¡ZARAGOZA!
(Una de las poblaciones que en 1874 se batieron por la legalidad republicana.)
Del Ebro caudaloso en la ribera
ostentando aureola inmarchitable,
se eleva Zaragoza la indomable,
orgullo y gloria de la raza ibera.
Los ecos de la Fama por do quiera
difunden su renombre memorable
por la heroica defensa inolvidable
que coronó de lauro su bandera.
Entusiasma su nombre á los valientes
y los tiranos tiemblan si lo escuchan;
se invoca por los libres su memoria
en donde quiera que los libres lachan;
y admiran las naciones más potentes
los brillantes reflejos de su gloria.
NICOLÁS ESTÉVANEZ
FUENTE: El Nuevo Régimen: Semanario Federal (Órgano del Consejo Federal del Partido Republicano Federal, Madrid), 3.2.1897.
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