miércoles, 23 de enero de 2013

[dietario]. [poesía...]. [valentín-h. medina rodríguez].



TARDE EN TEJEDA


Domina el mar de nubes y los edificios de la naturaleza: reconocidos en la soledad de la lava y el basalto.

La tarde tiene su presencia con su uso terapéutico.

La deliciosa canción de la naturaleza. En el bosque luminoso encuentro resina de pino, miel de palma, aceite de almendras.

Por encima de las nubes, la atmósfera límpida y el aire cálido. Brilla el cielo. Y flotando sobre ellas, el Roque Nublo, y allá, como su máxima prolongación, en el interminable espacio que veían los aborígenes, emerge el alma pétrea del Teide.

Unos instantes donde soy un cazador de nubes y de relieves.

En este paisaje claro me veo vivir.









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