I.
aquel día, en Bajamar,
batían fuerte las olas
en las rocas negras.
dos cuerpos unidos
por el océano
en la plenitud
del mediodía:
en la naturaleza llena de
luz.
¡cuesta aprender a vivir
sin sueños llenos
de soles y olores!
en la venida de las
horas imprecisas
aquel día
siempre será
esencia para
mí.
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