[dietario]. [emigración:MUJERES CANARIAS EN CUBA [2] DOLORES REGALADO M.]. [valentín-h. medina rodríguez]

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INTROITO

Hemos retirado nuestr[a] editorial para dar cabida al artículo de la mujer canaria, de la dama isleña que piensa y siente, y sabe expresar sus ideas. Recomendamos su lectura a nuestras compatriotas e invitamos a la escritora a continuar favoreciéndonos con su colaboración. Y muy agradecidos y honrados.

LO QUE DICE UNA ISLEÑA EN CUBA

Han llevado, de allá, de aquellas Islas nuestras del Atlántico, a un puñado de jóvenes para la ingrata tierra africana, donde sin conciencia son lanzados al combate como quien echa corderos a las fauces de un león hambriento. El rifeño nace guerrero y su placer está en la lucha brutal de las armas; el isleño criado en un ambiente pacífico y puro, al calor de una familia amorosa y buena, solo sabe de paz y de trabajo. Entiende el patriotismo de un modo bien distinto a como lo concibe el militarismo imperante hoy en España.

Yo, como canaria, estoy en el corazón de las madres, de las esposas y de las hermanas que han visto marchar hacia una guerra inútil, loca, sin objeto ni ideales de redención, a lo más grande y más santo que constituyen los humanos afectos.

A la mujer, hasta hoy, allá en Canarias por lo menos, solo se le enseña como arma de protesta a llorar y a rezar; los prejuicios y atavismos que desde un principio allí sentaron sus reales, no la dejan pensar y evolucionar. Por eso, allá, tal vez no se dé cuenta de la gran injusticia que se ha cometido y comete, robándoles los pedazos de su alma para que sirvan en el continente africano de blanco a las justas iras de la morisma que, en su rudeza, defienden legalmente lo suyo.

Yo sé que el corazón amoroso de las madres es`pañolas gime y sangra bajo el tacón brutal de los militares, ¡pobres madres! También sé que no nos faltan arrestos viriles, gestos espartanos para poner el grito en el cielo en demanda de un poco de justicia y de libertad...Pero, ¡ay!, el fruto aún no está maduro; está en germen; lo llevamos todas las mujeres en el alma; solo falta que se le cultive para que brote como un rayo de sol regenerador y vivificante a través de las tinieblas fatales de la ignorancia, que por tantos siglos nos ha servido de mala compañera.

¡Mujeres canarias, mujeres españolas, mujeres del mundo entero[,] combatamos nuestra ignorancia, demos a los hombres ejemplo de virtud y sabiduría, y enmudecerá para siempre el cañón estúpido y frat[r]icida, y la espada caerá del cinto de la mitad del género humano avergonzada porque ya no tendrá objeto, no tendrá razón de ser...¡Abajo la guerra! ¡Abajo las armas!

Dolores Regalado M.

Cabaiguán, Diciembre de 1924.

(*) Hemos adaptado la grafía al español actual.

FUENTES

1. El Guanche (La Habana, Revista Quincenal Ilustrada, Órgano del Partido Nacionalista Canario de Cuba], núm.10, 10.12.1924.