ERNEST HEMINGWAY Y EL ISLEÑO GREGORIO FUENTES
Conozco un libro, y un párrafo del mismo, donde todavía suceden cosas; me refiero a El viejo y el mar. Y un personaje que nunca tiene fin en su grandeza; porque es auténtico a cada paso que da. Su barco, su vida, se desmoronan por momentos. Pero su corazón y su cabeza son fuertes; y no entiende de derrotas. Pienso en él. Se llama Santiago en la ficción; Gregorio Fuentes en la realidad (canario de origen conejero). Hemingway dice de este doble personaje:
Generalmente, cuando olía la brisa de tierra despertaba y se vestía y se iba a despertar al muchacho. Pero esta noche el olor de la brisa de tierra vino muy temprano y él sabía que era demasiado temprano en su sueño y siguió soñando para ver los blancos picos de las islas que se levantaban del mar y luego soñaba con los diferentes puertos de las islas Canarias.
CODA
El soñar no tiene, como se ve, ni puertas ni ventanas; pero sí un punto de partida.
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