ANTONIO ELORZA: INTEGRANTE DE LA IZQUIERDA INTELECTUAL, LÚCIDA Y VALIENTE
10 OCT 2014
"PODEMOS EN EL JARDÍN DE LOS ENGAÑOS"
<<Iglesias quiere que Cataluña siga en España y a la vez cree que solo toca decidir a los catalanes>>
<<Preguntado en más de ocasión sobre Cataluña, Pablo Iglesias ofrece una respuesta de doble filo. Por un lado, quiere que Cataluña siga en España, pero por otro, piensa que la consulta debe celebrarse y que solo toca decidir a los catalanes. Es un perfecto ejercicio de marketing político, con el propósito de pescar a dos aguas, donde nuestro politólogo evita cuidadosamente todo problema de fondo. Para nada cuenta que "Podemos" vaya a estar presente en la política catalana, o sí cuenta, en el sentido de que no hay que perder un solo voto. Por eso han pasado al baúl de los recuerdos aquellas exclamaciones de que "Chavez vivo es invencible, Chavez muerto es inmortal" (Iglesias) o la recomendación de Monedero, de que cuando no sepas qué hacer, piensa que haría en ese caso Chávez. Ahora toca exhibir una imagen amable de sus amigos latinoamericanos, en una gira donde solo despunta una de las obsesiones de P.I.: el control desde el Estado —es decir, desde su gobierno si llega a él— de los medios de comunicación, instrumentos de la oligarquía. La videocracia, sirve para subir; ya llegará la hora de domesticarla.
>>Es un curioso proyecto populista, donde la invocación constante de "la gente", del protagonismo del pueblo en nombre de la igualdad, esconde una concepción desfavorable de esa misma gente, salvo cuando "se indigna", siempre engañada, que creía en palabras como libertad y democracia, y que ha de ser encauzada hacia las metas fijadas desde arriba. Lo explicó Iglesias en una conferencia de 2013 ante la UJC. No importan los contenidos, aun siendo positivos como en la dictadura del proletariado, si no se venden; en cambio "democracia mola", y hay que apropiarse de la palabra, quitándosela al "enemigo", lógicamente para imponer el propio producto en el mercado. Para entender a "Podemos", hay que mirar detrás de la máscara.
>>La llamada Asamblea constituyente es un buen ejemplo. Los 130.000 adherentes son los protagonistas, el mayor espectáculo democrático del mundo. De hecho solo una minoría se convierte en interlocutor del Gran Tutor, que ya fijó el programa político en su pre-borrador y decide por si y ante si sobre la participación en las municipales. Además desde una interactividad asimétrica regula las propuestas de la base, con una fastuosa cifra de algo menos de dos por mil sobre el total de afiliados. Admite leves aperturas en la facultad de propuesta y en la de revocación, sin que nadie se pregunte porqué [sic], siendo constituyente, el programa y la organización no parten de la propia asamblea. El éxito de los días 18 y 19 está asegurado, mientras los partidos de gobierno se desploman, llevándonos hacia un escenario a la griega.>>
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