WALT WHITMAN
¡OH, CAPITÁN! ¡MI CAPITÁN!
<<¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! Terminó nuestro espantoso
viaje,
El navío ha salvado todos los escollos, hemos ganado el pre-
mio codiciado,
Ya llegamos a puerto, ya oigo las campanas, ya el pueblo
acude gozoso,
Los ojos siguen la firme quilla del navío resuelto y audaz;
Más, ¡oh, corazón, corazón, corazón!
¡Oh, las rojas gotas sangrantes!
Ved, mi Capitán en la cubierta
Yace frío y muerto.
¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! Levántate y escucha las cam-
panas;
Levántate, para ti flamea la bandera, para ti suena el clarín,
Para ti los ramilletes y guirnaldas engalanadas, para ti la
multitud se agolpa en la playa,
A ti te llama la masa móvil del pueblo, a ti vuelve sus ros-
tros anhelantes;
¡Ea, Capitán! ¡Padre querido!
¡Que tu cabeza descanse en mi brazo!
Esto es un sueño: en la cubierta
Yace frío y muerto.
Mi Capitán no responde, sus labios están pálidos e inmóviles,
Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso, ni voluntad,
El navío ha anclado sano y salvo; su viaje, acabado y con-
cluido,
Del horrible viaje el navío victorioso llega con su trofeo;
¡Exultad, oh, playas, y sonad, oh, campanas!
Mas yo con pasos fúnebres,
Recorro la cubierta donde mi Capitán
Yace frío y muerto>>.
FUENTE: WHITMAN, Walt: Hojas de hierba [1971], versión directa e íntegra conforme al texto de la edición definitiva de 1891-1892 por Francisco Alexander, Barcelona: Organización Editorial Novaro, S.A., 1977 [9.ª ed.], pp.467-468.
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