POR OTRA POLÍTICA DIFERENTE
La democracia la ha de conquistar diariamente el pueblo. Creo que la política en sus valores democráticos es tan importante que los ciudadanos no debemos dejarla solo en manos de los políticos y otras instituciones del Estado. Estos y estas viven preocupados de manera principal por sus intereses. Una minoría, al fin y al cabo, desea controlar a la mayoría de la ciudadanía. Dejarla en un papel secundario para que no participe, como le corresponde, en la transformación de la sociedad. Una evolución que, sin duda, es constante, y debe dirigirse al bien común.
La moderna sociedad interclasista debe luchar para abolir cualquier privilegio establecido en la nueva "nobleza" que son los representantes políticos. No debe quedar en pie un sistema que defiende la no separación de poderes, que la ley funcione a medias o no lo haga, y que esta beneficie más al poderoso que al débil. Que no se persiga de forma contundente, penal y económicamente, el fraude fiscal. Que la lengua materna no sea objeto de protección para que todos puedan estudiar en ella. Y así un largo etcétera.
Hoy día, sin desaparecer la lucha de clases, porque esta realidad es evidente, la principal bipolarización política debe situarse entre aquellos que están a favor de una regeneración democrática desde las propias instituciones, alejada de fórmulas populistas y totalitarias, necesitando para esto un pueblo bien articulado intelectualmente que proponga y avala soluciones viables; y todos aquellos que se sitúan en el viejo sistema corrupto de la partitocracia y de la falta de libertad de las instituciones, y ponen obstáculos en el camino para un pleno desarrollo de los derechos individuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario